Noticias del Centro Rossi

 

 



Semana de la prevención en la patología aneurismática de la arteria aorta abdominal

Las tres principales guías internacionales (TASC II, y las de las Sociedad Europea y Americana de Cardiología) avalan como métodos diagnósticos para la patología aórtica, no solo la ecografía (el método de screening prioritario) sino también la angiotomografía y la angioresonancia .

La ecografía es un método simple, accesible e inocuo que permite evaluar la presencia de patología aneurismática de la aorta abdominal con una elevada sensibilidad. Dado su bajo costo y accesibilidad, es la modalidad de preferencia para la estrategia de screening (detección) y para el seguimiento y control de las dimensiones de los aneurismas con el objetivo de  decidir el momento adecuado para su tratamiento.

La tomografía computada multidetector (TCMD)  es un excelente método que tiene una muy elevada sensibilidad y especificidad ( superior al 98%), para la detección de la enfermedad de la arteria aorta. Actualmente CDR cuenta con equipos de última generación que permiten no solo disminuir en un 60 % la exposición a la radiación sino  también reducir significativamente la cantidad de contraste endovenoso administrado para el estudio.

La TCMD tiene un alto rendimiento para el diagnóstico de los aneurismas aórticos, la planificación de la estrategia terapéutica (ya sea quirúrgica o en forma percutánea),  y el diagnóstico precoz de las posibles complicaciones asociadas a la patología o al procedimiento terapéutico empleado (endofugas,  infecciones protésicas).

La resonancia magnética posee una resolución espacial comparable a la TCMD permitiendo realizar reconstrucciones multiplanares que aumentan la sensibilidad diagnóstica. Es una excelente modalidad diagnóstico para el seguimiento de la patología aórtica ya que no emite radiaciones y, los equipos más modernos, permiten utilizar secuencias sin contraste endovenoso en pacientes con antecedentes de enfermedad renal o con sensibilidad a dicho contraste.

El gran avance en el desarrollo de estas modalidades diagnósticas, nos permite utilizarlas tanto de manera complementaria, como elegir la que mejor se adecue a la situación clínica o a las condiciones físicas de cada paciente, proporcionando mayor exactitud en el diagnóstico, control y seguimiento de la patología aórtica.

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